A lo largo del tiempo el trabajo social ha evolucionado, mediante teorías del comportamiento humano y los sistemas sociales, interviniendo desde el individuo hasta su entorno, promoviendo el desarrollo humano, a pesar de esto, aun no ha sido capaz de sacar el estigma social de ser una profesión asistencialista, la cual en sus comienzos fue de parte de la iglesia y la burguesía del siglo XVIII.
En nuestro país diversas instituciones, están creando las instancias para que se desarrolle el trabajo social, sin embargo, aun algunas entregan beneficios asistenciales de sobrevivencia a las personas vulnerables, como otras que generar un desarrollo humano o promueven un cambio social, incentivando que las personas sean su propio agente de cambio y promoción.
El hogar de Cristo, es una de estas instituciones de las cuales se enfocan en la población vulnerable de nuestro país, según esta, existen más de dos millones de personas que viven bajo la línea de la pobreza, con un ingreso mínimo a $64.000 mensuales, de estas 600.000 en indigencia, de acuerdo a la encuesta casen de 2009 a la cual les entrega beneficios asistencialistas para satisfacer necesidades básicas sin promover su autogestión.
Así, como también existen otras como es la fundación de superación de la Pobreza, una institución privada sin fines de lucro y con intereses públicos, el cual promueve el desarrollo nacional, que se realiza desde la acción y la generación de conocimientos, además promueve la equidad e integración social, que asegure un desarrollo humano sustentable para las personas que viven en situación de pobreza.
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